Actividad económica, con señales de desaceleración

El escenario de moderación económica es considerado saludable y más sostenible, teniendo en cuenta el alto nivel de crecimiento de este año.

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Juana Téllez, economista jefe de BBVA Research para Colombia.

Se espera que la economía colombiana cierre este año con un crecimiento del 7,6%, debido al buen comportamiento del consumo privado, gracias a las mejoras del mercado laboral formal y la buena dinámica de las remesas externas, entre otros factores.

Pero de acuerdo a un estudio de BBVA Research en Colombia, lo anterior será la puerta de entrada a una nueva etapa en la que se verá una desaceleración saludable y sostenible que llevará al PIB de 2023 a un crecimiento de 0,7%.

Es que según la entidad, la economía colombiana tuvo una fuerte y rápida recuperación en 2021 al crecer 10,7% y un 7,6% estimado para 2022.

El consumo privado

Mauricio Hernández, economista de BBVA Research para Colombia, aseveró que “el consumo privado lideró este comportamiento, apoyado en una mejoría notable del mercado laboral formal y la masa salarial del país, la buena dinámica de las remesas externas, el mayor crédito interno y la irrigación de recursos por la exportación de algunos productos con altos precios internacionales”.

Así mismo, otro de los factores que ayudó al dinamismo económico fue la inversión en maquinaria y equipo y la recuperación progresiva de las exportaciones no primarias.

Si embargo, el comportamiento reciente de la actividad económica ya muestra señales de desaceleración que anticipan una nueva etapa del ciclo económico.

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Desaceleración saludable

Uno de los indicios de esta desaceleración saludable es que la creación del empleo formal, aunque sigue en terreno positivo, es menor ahora y los salarios medios reales dejaron de crecer. Además, según los indicadores big data, el gasto de los hogares se moderó tanto en servicios como en bienes, con mayor fuerza en estos últimos.

Juana Téllez, economista jefe de BBVA Research para Colombia, dijo que este escenario de moderación económica es considerado saludable y más sostenible, teniendo en cuenta el alto nivel de crecimiento de este año.

Agregó que “el fuerte dinamismo de la demanda interna presionó aún más los precios del país al alza, profundizando los choques internacionales de los precios y obligando a la respuesta del Banco Central del país, pues era necesario empezar a propender por crecimientos más saludables y sostenibles en el mediano plazo para el PIB total y el consumo de los hogares”.

Además, se estima que el crecimiento económico haya reducido su velocidad en la segunda mitad de 2022 y esta moderación se profundizará durante 2023, cuando el impacto de la política monetaria alcista será mayor sobre las decisiones de gasto y el mundo tendrá un bajo crecimiento. En 2023 se estima un incremento de 0,7% en el PIB, una cifra que permitirá que los niveles de la demanda interna se mantengan en niveles históricamente altos. Luego, en 2024, la recuperación se dará gradualmente y el PIB crecerá un 2,0%.

Dólar e inflación

Por otra parte, en los últimos trimestres, la inflación total alcanzó niveles máximos en más de 23 años, producto de las presiones alcistas en los precios de los bienes, los regulados y los alimentos, especialmente por varios factores, entre ellos, los cuellos de botella globales, las alzas en las tarifas eléctricas, la transmisión de los altos precios internacionales de los alimentos, el clima y la fuerte demanda.

En ese sentido, los altos niveles de inflación han afectado de forma diferenciada a la población colombiana, tanto por regiones como por nivel de ingreso. La región Caribe presenta los niveles más altos de inflación, asociados en buena medida al alza en las tarifas de los servicios públicos. Mientras que Bogotá tiene la inflación más baja. Además, la población más vulnerable enfrenta la mayor inflación.

La inflación total empezará a ceder gradualmente desde finales de 2022, pero sobre todo desde 2023. Según sus estimaciones, la variación del IPC para el cierre de este año estará en 11,8% y bajará a niveles de 7,1% en diciembre de 2023 y a 4,5% en diciembre de 2024.

Sobre las tasas de interés, el Emisor llevó el tipo de interés hasta 10% en su pasada reunión de septiembre. Los mensajes que dio y la desaceleración económica global y colombiana preparan el camino para una cercana finalización del ciclo de subidas de las tasas de interés. BBVA Research espera que, con otro aumento hasta 11%, que se dará en octubre, se termine el ciclo de incrementos.

Alejandro Reyes, economista principal de la firma para Colombia, dijo que “después de esto, la tasa se mantendrá inalterada hasta septiembre de 2023, cuando el menor crecimiento económico y la reducción de la inflación y las expectativas de los precios disponga la oportunidad para reducir el costo del crédito de hasta 9,5% en 2023 y 6,0% en 2024”.

En cuanto al dólar, las tensiones internacionales y los desbalances macroeconómicos internos (los déficits fiscal y externo) siguen presionando la devaluación de la moneda. Así, el dólar se mantendrá en niveles elevados, arriba de los 4.500 pesos por dólar, en 2023 y 2024.

Los economistas de BBVA Research consideran que Colombia tiene grandes oportunidades que no puede desaprovechar a mediano y largo plazo: la mayor inclusión social, la transición energética, la mayor participación en las cadenas globales de producción y la diversificación de las exportaciones, son algunas de ellas.

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