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Jueces y verdugos
No paran en Pasto los casos de justicia por mano propia, que la gente los atribuye a la poca efectividad de la Policía. La noche del sábado anterior una turba enfurecida por un acto de rapozano quemó la moto en la que se movilizaban los delincuentes.
El caso se produjo en la avenida Las Américas, en donde incineraron una motocicleta AKT 125, caso que fue atendido por unidades del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Pasto.
Si no se controlan estas reacciones de la comunidad más temprano que tarde seremos testigos de un linchamiento y también culpables, porque no hicimos nada para prevenirlo. Es cierto que la delincuencia es la amenaza, pero no podemos convertirnos en jueces y verdugos, como si no tuviéramos instituciones o un Estado de Derecho.
Una cosa es prevenir los delitos o reaccionar como sociedad organizada ante la delincuencia, pero otra cosa es convertirnos en homicidas.
Este tema amerita un debate público en busca de que las instituciones encuentren salidas.
Es la amenaza
Es cada vez más frecuente en Pasto que los conductores de motos y carros no respeten los semáforos, principalmente por la noche, cuando de manera inverosímil el que tiene que hacer el pare es quien tiene la luz en verde, porque del otro lado se tragan la luz roja.
Por eso los constantes accidentes y movilizarse por las noches se constituye en un peligro, tanto por la imprudencia y por la excesiva velocidad.
Desde la Secretaría de Tránsito se anunció que se vigilaría este tipo de anomalías a través de cámaras para luego sancionar al infractor, sin embargo muchos se han preguntado si esto se puede hacer, en el sentido de que no está autorizado el sistema de fotomultas.
Lo importante es hacerle entender a la gente que esa actitud de no respetar las normas es la principal causa de tantos accidentes y tragedias.
No a la xenofobia
Frente a esta crisis humanitaria por el paso de migrantes venezolanos hacia Ecuador y que quedan represados en el puente internacional de Rumichaca, del lado colombiano, sí es necesario que se fortalezca la ayuda internacional, porque no se puede dejar sola a una región como Pasto o el resto de territorios de Nariño para afrontar un fenómeno que desborda la capacidad de atención de todos los servicios.
Pero al mismo tiempo se tienen que hacer esfuerzos para prevenir la xenofobia (odio a extranjeros), cuando los venezolanos son víctimas y se han visto obligados a salir de su país. Hoy necesitan de nuestra solidaridad, la misma que en algún momento recibimos de ese pueblo o de los ecuatorianos, cuando debimos de huir de nuestro país por el conflicto armado u otras situaciones.
Esté alerta
Tome precauciones con los vientos que ya nos han causado estragos en las zonas urbana y rural de Pasto. Escuche las recomendaciones de las autoridades y de organismos como los bomberos que señalan cerrar puertas y ventanas para evitar corrientes de aire que puedan llevar a la rotura y caída de cristales; retirar de balcones y azoteas las macetas y todos los objetos que puedan caer a la calle; revisar las viviendas para que no haya cornisas, balcones y fachadas en mal estado que puedan producir caídas de escombros, entre otras.