Opinión

Al término del partido entre Santa Fe y Medellín, mi pequeño hijo Daniel de apenas dos años de vida me preguntó por qué no habíamos cantado gol. “¿Y dónde está el gol papá?”, me decía constantemente y yo me preguntaba los mismo.

“Los goles vendrán después Dani”, fue lo único que pudo responderle. Ese simple interrogante de Dani resume lo que está pasando hoy en Santa Fe.

El equipo lo hace todo bien hasta tres cuartos de cancha, en general se para bien en defensa, no pasa afugias, suma seis partidos sin recibir gol y marcha cuarto en la tabla con 14 puntos.

El panorama es positivo pero podría ser mejor con un ataque poderoso y con chispa y no esos avances telegrafiados, predecibles y lentos.

Ramos jugó ante el DIM pero nuevamente demostró que no es un ‘9’ clásico. Corre, tiene sacrificio, es solidario pero no es el nueve que necesitamos.

Valdés no anda en buen nivel y la única esperanza es que Hárold Rivera encuentre al goleador en Exneidero Guerrero o en el popular ‘Topo’ Andrés Rentería. Ojalá aparezca muy pronto para volver a cantar goles de Santafecito con mi amado Dani Chaves.