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Pese a la grave crisis que vive el país por culpa de la pandemia del COVID-19, que llevó a algunas ciudades a endurecer sus medidas restrictivas de la movilidad para reducir la curva de contagios, se siguen presentando hechos de indisciplina social que ponen en entredicho el compromiso ciudadano.
Esta vez los protagonistas fueron un grupo de indígenas en el municipio de Silvia (Cauca), quienes se aglomeraron por decenas en una fiesta que se prolongó hasta altas horas de la madrugada y que se hizo rápidamente viral en las redes sociales.
Al parecer, el motivo del festín sería la posesión de uno de los gobernantes del resguardo Guambía. En el encuentro social, a juzgar por lo que se ve en las imágenes, no se cumplen los mínimos protocolos de bioseguridad, porlo que el riesgo de contagio se hace más probable debido a la gran cantidad de personas.
Mercedes Tunubalá, alcaldesa de Silvia, indicó en diálogo con la W Radio que, por desgracia, no cuenta con suficiente fuerza pública para detener este tipo de acciones, que dejan ver la inconsciencia de algunos con respecto a la letalidad del virus.
Como era de esperarse, los implicados en lo acontecido se defendieron de los señalamientos en las redes, alegando que la medicina tradicional los ha librado de contraer la enfermedad, por lo que no ven necesario usar tapabocas ni guardar la respectiva distancia.
"Siempre tratan de decir que somos los más brutos o lo que sea, pero estos indios brutos le hemos demostrado al Gobierno con la medicina propia, a ver cuántos muertos hay en comunidades indígenas en Cauca", manifestó al medio radial Hermes Pete, consejero mayor del Consejo Regional Indígena del Cauca.
Ante lo acontecido, la mandataria local decretó toque de queda y ley seca, que se extenderá hasta este domingo, tal y como opera en otras latitudes del territorio nacional.