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Desde la vereda Barzaloza los uniformados vienen realizando una bella labor, en la que a través de charlas especiales y caminatas, buscan formar a la juventud en temas de cuidado y protección del medio ambiente.
En la vereda Barzaloza de la ciudad de Girardot, se encuentra ubicado el Fuerte de Carabineros, en donde más de 100 policías se encargan de custodiar el sector rural; pero más que eso, estos personajes cumplen con una función especial: trabajar con la niñez y la juventud de la Ciudad de las Acacias, a fin de crear conciencia, cambiar sus hábitos y mejorar la relación naturaleza- hombre.
La finalidad
En entrevista con un medio nacional, el Subintendente del Fuerte, César Gutiérrez Villabon quien se ha caracterizado por el trabajo en pro de los animales y el medio ambiente, manifestó: “Nuestro objetivo es que la juventud interactúe con el medio ambiente para que aprenda a cuidarlo y a respetarlo”.
Un trabajo inclusivo
Pero la labor formativa de los uniformados no se detiene ante nada. Es así como se dieron a la tarea de aprender el lenguaje de las personas con discapacidad auditiva para poder comunicarse con ellos y transmitir de manera acertada el mensaje de protección del medio ambiente.
Nicolás Zapata, otro de los carabineros que emprendió esta tarea en pro de la naturaleza manifestó: “Buscamos con esto poder contribuir a la educación de los mismos participantes, para que ellos sean parte de la solución y multiplicadores del mensaje de cuidado”.
Las actividades
El Subintendente César Gutiérrez y tres compañeros más le ponen el alma a dar charlas ecológicas y a realizar caminatas ecológicas, a través de las cuales les van inculcando a los participantes el amor por la naturaleza y le necesidad de preservarla para poder subsistir.
Luis Guerrero, uno de los participantes con discapacidad manifestó a través de la traducción del Subintendente Gutiérrez: “Conocemos sobre los ecosistemas y sobre los animales silvestres, gracias a estas actividades”.
En los más bellos parajes de Girardot, los jóvenes aprenden a cerca de la naturaleza para después compartir los conocimientos adquiridos. Los 80 jóvenes que hacen parte de este programa ambiental han sido incluidos socialmente, permitiéndoles sentirse cada vez más cerca de la gran mayoría.
Un tema de gran trascendencia
Y es que en estos tiempos en los que el clima ha enloquecido, el calor nos azota y en ocasiones el agua escasea se hace necesario empezar a educar a la sociedad, y más que eso, a concientizarla de la necesidad de ser un defensor de los recursos naturales, a protegerlos a hacer de ellos un lugar libre de contaminación, un lugar sagrado en el que se pueden vivir bellas experiencias, pero los que sin duda requieren de ser tratados con respeto y amor para que se preserven y nos permitan al mismo tiempo seguir viviendo a través de las bondades que solo la naturaleza nos puede ofrecer.