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Una grave tragedia sacudió la vida de Ingrid Shirley Vega Estupiñán, luego de que una bala perdida la dejó parapléjica durante un enfrentamiento entre pandillas en el barrio Miraflores de Morrorrico, en Bucaramanga, en la madrugada del pasado 25 de diciembre.

Según el informe de las autoridades, el disparo le afectó un pulmón, el tórax y terminó incrustado en su columna. De manera inmediata fue trasladada a un centro asistencial donde le brindaron los primeros auxilios y determinaron que no podrían quitarle el proyectil, ya que esto podría ocasionar un daño irreversible en la movilidad.

Tras 15 días de la tragedia, la mujer se encuentra postrada en una silla de ruedas, pero se mantiene optimista con la esperanza de volver a caminar aunque los dictámenes médicos demuestren lo contrario. “Dios tiene la última palabra”, señala la mujer con una sonrisa.

La mujer es madre soltera y gran parte de su vida ha vivido de la producción del calzado, pero por su condición actual no se encuentra laborando. En este momento tampoco cuenta con una vivienda digna ya que las tejas y las paredes se deterioraron y hasta los ladrones se robaron el baño.

Las guerras campales entre las bandas delincuenciales que habitan esa zona son "pan de cada día" según lo cuentan los habitantes, pese a que en la zona las autoridades realizan operativos, los vándalos se salen con la suya’, porque son alertados y se esconden.