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En los últimos años, se ha visto un incremento en el interés en las inversiones. Para aquellos que empiezan, es difícil saber cuál es el punto de partida. Esto se debe a que hay muchas opciones para quien esté buscando donde invertir. La variedad y el tipo de riesgo determinan la inversión. Actualmente, es posible invertir en etf hasta comprar acciones individuales o criptomonedas. Lo interesante es que siempre hay una inversión acorde al inversor.
Objetivos
La planificación es muy importante porque allí se plasman las metas a cumplir. Es realmente muy útil tomarse un tiempo para pensar con claridad por qué se está invirtiendo, en dónde y para qué. ¿Es para preservar el valor del dinero? ¿Para ganar un extra y saldar una deuda pronto?
Estas preguntas pueden ayudar a pensar cuánto es el riesgo que quieres tomar. Según este indicador, podrás ver qué inversiones son compatibles con tus objetivos.
Elegir el tipo de activos
Una vez establecidas las metas, es momento de elegir en qué tipo de activos deseas invertir. Para lograrlo, es necesario dividir las inversiones. Cada una representa un porcentaje del total. Hay algunas personas que deciden poner 50% de sus inversiones en acciones y el otro 50% en bonos. Otras eligen carteras más diversas y eligen incluir fondos de inversión inmobiliaria (REIT), materias primas, forex o acciones internacionales. Para elegir la estrategia adecuada, es imprescindible conocer cuál es la tolerancia al riesgo.
Para aquellos que buscan un crecimiento más agresivo y pueden tolerar las pérdidas temporales, las acciones son una excelente opción. Para aquellos que prefieren crecer de a poco, los bonos son mejores.
Muchos intentan buscar un equilibrio y la diversificación de los activos. Quien logra combinar acciones de primera clase o un fondo de índice bursátil, sabe que los bonos seguros podrán compensar cualquier pérdida.
Determinar el período de tiempo
Luego de decidir la cartera de inversiones, es crucial establecer el período de tiempo en el cual se dejarán intactas esas inversiones. Solo es posible tener una tasa de rendimiento razonable si hay un horizonte a largo plazo. Es posible generar una rentabilidad a corto plazo, pero no es lo más probable. Por otra parte, el poder de la capitalización también es muy importante. Esto sucede cuando se empieza a ganar dinero con lo que se ha ganado de las inversiones. Las personas más jóvenes obtienen un beneficio de un crecimiento compuesto durante un período de tiempo más largo.
Revisación y reequilibrio
A veces, las tenencias de acciones superan a los activos de bonos, por lo que, con el tiempo, hay un mayor crecimiento de tenencias de acciones. Por ejemplo, si se hace una inversión de $10000, con una asignación de activos ideal, es decir, 80% en acciones y 20% en bonos, esta cartera tendrá $8 mil en acciones y $2 mil en bonos. Pero después de 5 años, las tenencias habrán aumentado a $12 mil y los bonos valdrán $2400. La asignación de activos será de 83% en acciones y 17% en bonos. Por eso, para que la cartera vuelva a la asignación objetivo, es necesario vender algunas acciones y asignar los ingresos a los bonos. También es posible considerar un ajuste y tomar una decisión más conservadora a medida que se envejece.
En conclusión, hay que establecer metas claras en períodos de tiempo extensos. Además, es importante mantenerse al tanto de cuáles son los sectores más interesantes de inversión para elegir de manera deliberada la diversificación de la inversión.