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Ante el país futbolero quedó estampada este domingo la imagen del entrenador argentino Juan Cruz Real tirándose al césped del estadio El Campín de Bogotá, aferrado única y exclusivamente a un crucifijo, que se convirtió en su principal aliado en los momentos de mayor dificultad.
Pero esta postal tiene detrás una historia, como la de cualquier otro creyente que se atreve a poner su fe por delante, a cambio de uno que otro favor. En el caso del orientador del América de Cali, nada menos que el título de la Liga Colombiana 2020, en una especie de pacto en el que el altísimo ya le cumplió, y ahora será su turno de retribuirle.
Cruz Real confesó terminado el partido que perdió (2-0) frente al Independiente Santa Fe, que le prometió al Milagroso de Buga, figura icónica del catolicismo en el Valle del Cauca, que si le concedía la gracia de ser el ganador del torneo, caminaría a pie desde Cali hasta el municipio aledaño. Como en efecto pasó, gracias al 3-0 de la ida.
"Voy a irme a pie desde al Pascual a Buga, esa es mi promesa", dijo el timonel de 43 años tras su primera consagración. Según las cuentas, serán 65 kilómetros los que deberá recorrer el entrenador, en una travesía que seguro no hará solo, pero que le podría llevar más de 13 horas.
Al técnico le importó poco todos los que pedían su salida a gritos en las redes sociales. Al final el ganó el pulso a sus detractores y con una idea de juego clara, y un plantel que tuvo una perfecta mezcla entre experiencia y juventud, supo revertir todos y cada uno de los obstáculos que se le pusieron enfrente.