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La agencia espacial japonesa dijo este martes que una de sus misiones trajo la primera muestra del mundo de un material en estado gaseoso del espacio, según informaron medios locales.
El Gobierno japonés espera que el proyecto Hayabusa2 ayude a descubrir el misterio del origen de la vida, porque la cápsula podría contener muestras de asteroides que podrían revelar rastros del sistema solar temprano, informó Kyodo News.
La Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) ahora hará un análisis detallado de la composición molecular e isotópica del gas recolectado, dijo la agencia.
La semana pasada, el Hayabusa2 llevó una "cantidad sustancial de muestras de suelo" en el contenedor de un asteroide distante llamado Ryugu, ubicado a más de 300 millones de kilómetros (186 millones de millas) de la Tierra.
"La misión de devolución de muestras se ha completado perfectamente", dijo el director del proyecto Hayabusa2 de JAXA, Yuichi Tsuda, en una conferencia de prensa virtual.
La muestra fue recolectada por la sonda espacial que lanzó con éxito su explorador robótico en la superficie del asteroide el año pasado.
JAXA recuperó la cápsula en un remoto desierto australiano, donde aterrizó el 6 de diciembre y fue llevada de regreso a Japón la semana pasada y transportada al campus de Sagamihara de JAXA, en la provincia de Kanagawa.
Mientras tanto, el ministro de Ciencia, Koichi Hagiuda, dijo a los periodistas que el Gobierno espera que "la misión descubra el misterio del origen de la vida, ya que la cápsula puede contener muestras del subsuelo del asteroide que muestran rastros del sistema solar temprano".
El Hayabusa2 se lanzó en diciembre de 2014 desde el Centro Espacial Tanegashima en el suroeste de Japón y alcanzó el asteroide Ryugu en junio de 2018.
En octubre, la agencia espacial estadounidense NASA también aterrizó su nave espacial en un asteroide para recolectar muestras que pueden ser clave para comprender la historia del Sistema Solar.
La nave espacial OSIRIS-REx aterrizó en un antiguo asteroide llamado Bennu, actualmente a más de 322 millones de kilómetros (200 millones de millas) de la Tierra, para recoger polvo y guijarros de la superficie.