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Han pasado dos meses y seis días desde que se registró el incendio en la estación de Policía del sector de San Mateo, en Soacha, en confusos hechos en los que perdieron la vida nueve reclusos, quienes no se alcanzaron a salvar de las llamas.
Y este martes quien revivió la polémica por lo sucedido en este centro de detención fue el concejal de Bogotá, Diego Cancino, quien señaló el suceso como una masacre, pues en su concepto no hubo auxilio de los uniformados para evitar el horror.
A través de su cuenta de Twitter, Cancino publicó dos videos con imágenes de los acontecimientos, en los que detalla lo sucedido justo cinco días antes de las protestas en Bogotá, en las que perdieron la vida 10 personas más, por impactos de bala.
<blockquote class="twitter-tweet"><p lang="es" dir="ltr">¡Se debe investigar, la policía se debe reformar YA! (2/2) <a href="https://t.co/XBarTQRKYu">pic.twitter.com/XBarTQRKYu</a></p>— Diego Cancino - Concejal de Bogotá (@cancinodiegoa) <a href="https://twitter.com/cancinodiegoa/status/1326198915977383936?ref_src=twsrc%5Etfw">November 10, 2020</a></blockquote> <script async src="https://platform.twitter.com/widgets.js" charset="utf-8"></script>
"Los policías salieron y dejaron a los chicos encerrados. No dejaban entrar a nadie, los extintores no los dejaron usar, los chicos se quemaron", señaló el cabildante de la Capital de la República sobre este espeluznante caso, y pidió que la Fiscalía asuma la investigación acerca de estas muertes.
"Los familiares estaban desesperados, no dejaban entrar a nadie, dejaron prender en llamas a los muchachos. Uno murió ese día y los otros los días siguientes por quemaduras mortales", agregó el concejal Cancino, en 'trinos' que tuvieron fuerte repercusión mediática.
Denuncia de vieja data
Es válido recordar que el Diario Extra fue uno de los únicos medios que en su momento le dio amplio despliegue a este suceso (Vea la nota) y recopiló las denuncias de los familiares de las víctimas, quienes con videos en su poder hoy aún exigen justicia por la muerte de sus seres queridos.
"Hay una parte cuando se ve como uno de los Policías lanza un químico dentro del calabozo y luego se desata con más fuerza el incendio, ellos se reían y no hacían nada para apagarlo", dijo a Extra Alejandra Caicedo, hermana de Cristian Alberto Rincón Caicedo, una de las víctimas.
Las familias denunciaron que presuntamente los privados de libertad siempre fueron víctimas de maltratos, golpizas, psicoterror y hasta les quitaban las comidas que ellos con mucho sacrificio les llevaban, alegando que el Inpec los alimentaba bien.
"Nos contaban que los policías agarraban los alimentos y se las comían delante de ellos, como para causarles más rabia e indignación", dijeron en ese entonces los familiares, quienes hoy tienen sed de justicia.