El sueño va más allá de ser simplemente un período de descanso nocturno; constituye un pilar fundamental para el bienestar físico y mental. No solo permite recargar energías para el siguiente día, sino que también desempeña un papel crucial en el funcionamiento del sistema inmunológico, la memoria, el aprendizaje y la regulación emocional. Cabe resaltar que, el insomnio es el trastorno del sueño más prevalente en Colombia, con una afectación del 45% de la población, según la Asociación Colombiana de Medicina del Sueño (ACMES).
Para cosechar todos los beneficios del sueño, es imprescindible adoptar hábitos y prácticas que lo favorezcan, lo que se conoce como higiene del sueño. De acuerdo con el doctor Santiago Rojas, asesor de descanso para Americana de Colchones, destaca que «la higiene del sueño es esencial para mejorar la calidad de vida y prevenir enfermedades, y es que dormir bien no es un lujo, es una necesidad. Cuando descansamos adecuadamente, nuestro cuerpo y mente se reparan y preparan para enfrentar el nuevo día con energía y vitalidad».
Por eso, es importante establecer algunos hábitos y prácticas que favorecen un sueño de calidad, como lo son:
Establecer un horario regular para acostarse y despertarse, incluso los fines de semana. Esto ayuda a regular el ritmo circadiano del cuerpo.
Crear un ambiente adecuado para dormir, este debe ser oscuro, silencioso y fresco.
Evitar la cafeína y el alcohol antes de acostarse.
Realizar ejercicio físico regular, pero no demasiado cerca de la hora de acostarse.
Relajarse antes de dormir con actividades como leer, tomar un baño caliente o escuchar música tranquila.
Las repercusiones de la falta de sueño pueden ser graves para la salud, ya que el sueño deficiente aumenta el riesgo de accidentes, deteriora la memoria y la concentración, debilita el sistema inmunológico y aumenta la probabilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares, diabetes y obesidad. Además, puede desencadenar problemas de ánimo y ansiedad.
