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Esta es una buena oportunidad para que los católicos de Pasto y del resto de municipios del departamento de Nariño elevemos nuestras oraciones a la virgen de Guadalupe, patrona del corregimiento de Catambuco, sur de Pasto.
En esta temporada son cientos los fieles que dirigen sus peticiones para que la madre de Dios los bendiga con salud, prosperidad y mucho bienestar para sus seres queridos. Si bien es cierto los homenajes religiosos se efectuaron a mediados de diciembre, hasta finales de este mes las autoridades religiosas y devotos seguirán honrándola con eventos culturales y gastronómicos.
De acuerdo con el teólogo Diego Zambrano la imagen de la patrona tiene origen mexicano, cuya figura tiene su principal centro de culto en la basílica de Guadalupe, ubicada en las faldas del cerro del Tepeyac, en el norte de la ciudad de México.
Indica que según la tradición oral mexicana y lo descrito por documentos históricos del Vaticano y otros encontrados alrededor del mundo en distintos archivos, se cree que la virgen María, se apareció en cuatro ocasiones al indio san Juan Diego Cuauhtlatoatzin en el cerro del Tepeyac y una quinta ocasión a Juan Bernardino, tío de Juan Diego.
Precisa que el relato guadalupano conocido como Nican Mopohua narra que tras la primera aparición, la Virgen ordenó a Juan Diego que se presentara ante el primer obispo de México, Juan de Zumárraga.
Juan Diego en la última aparición de la Virgen, y por orden de esta, llevó en su ayate unas flores que cortó en el Tepeyac. Juan Diego desplegó su ayate ante el obispo Juan de Zumárraga, dejando al descubierto la imagen de la Virgen María, morena y con rasgos mestizos.
Según el Nican Mopohua, texto hagiográfico publicado en el siglo XVII, las apariciones tuvieron lugar en 1531, ocurriendo la última el 12 de diciembre de ese mismo año. La fuente más importante que las relata fue el mismo Juan Diego que habría contado todo lo que había acontecido.
El religioso nariñense también precisa que posteriormente esta tradición oral fue recogida en un escrito con sonido náhuatl pero con caracteres latinos. Subraya que ese escrito es atribuido al indígena Antonio Valeriano (1522-1605). Posteriormente en 1648 es publicado el libro Imagen de la virgen María madre de Dios de Guadalupe por el presbítero Miguel Sánchez, contribuyendo a recopilar todo lo que se sabía en la época sobre la devoción guadalupana.
Según diversos investigadores, el culto guadalupano es una de las creencias más históricamente arraigadas en el actual México y gran parte de Colombia.
Por: Juan Miguel Narváez Eraso.