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Está muy bien que como ocurrió hace algunos días, las autoridades locales hayan salido a desmentir las informaciones que circularon por las redes sociales, en el sentido que el volcán Galeras iba a explotar en 5 horas. Como es natural esto originó pánico entre la ciudadanía y aunque parezca mentira, fueron cantidades las personas que salieron despavoridas de la ciudad, pensando que Pasto se iba a convertir en la Pompeya del siglo XXI y que todos íbamos a quedar como dormiditos, cubiertos de ceniza.
Eso es una cosa. Crear el pánico es una acción terrorista que tiene que ser castigada. Pero, ahora a mí me parece que hay demasiado silencio y pocas explicaciones por parte de las autoridades, en torno a los sismos que se vienen produciendo todos los días, todos los cuales son generados por el volcán Galeras.
Se trata de temblores violentos. El de las 4:35 de la mañana de la semana anterior fue fortísimo y desde entonces la tierra en Pasto y en varios municipios de Nariño no ha cesado de moverse. Ayer hubo dos movimientos telúricos más en la mañana y después de la una de la tarde, de magnitud 3.3, que no es ninguna bicoca.
Yo me pregunto si esto es normal. ¿Es un hecho rutinario el que en estos momentos esté temblando a toda hora en Pasto y que nos tengamos que acostar vestidos ante el temor que un movimiento telúrico nos sorprenda a mitad de la noche o en la madrugada? Yo creo que esta situación no debe ser tomada tan a la ligera. Pienso que al menos, ante tanta tembladera se debió cambiar la alerta. También sería interesante que los organismos de control de riesgo, dijeran esta boca es mía, no fueran tan cerrados con la comunidad y traten de explicar aunque sea en parte, qué es lo que está pasando con el volcán Galeras.
Sabemos muy bien que los fenómenos de la naturaleza son imprevisibles, pero no estaría de más que quienes conocen algo de estos temas nos expresaran sus puntos de vista ante estos temblores que a muchos los tienen al borde de un ataque de nervios.
Por: Jorge Hernando Carvajal Pérez